Clara Sandoval Camarillo

Transición energética

Vivir en penumbras

¿Te has preguntado si en algún momento la energía que usas en la vida cotidiana se podría acabar? La respuesta es que sí, en algún momento podríamos quedarnos sin energía ya que actualmente, la mayor parte de ella se genera mediante fuentes convencionales, como el petróleo, carbón y gas natural. El problema es que estas fuentes no son renovables, es decir, que no se vuelven a producir a una velocidad mayor a la que se les consume; y mucho menos son inagotables. La buena noticia es que esto se puede evitar y existe una solución, la transición energética.

Fecha: 11.04.21

La transición energética tal cual se entiende se refiere a modificar el sistema energético, pero va más allá de descarbonizar el sector y que la energía sea producida mediante energías renovables y limpias, sino que se espera que otros sectores como el industrial, transporte, alimentos, etc. Cambien su forma de producción a unas más agradables con el planeta y que el efecto sea en cadena, para obtener mejores resultados.

A pesar de que la preocupación por tener suficiente energía en un futuro es una buena razón para llevar a cabo la transición, esto es solo la punta del iceberg, hay demasiadas problemáticas existentes por la que este cambio es sumamente necesario, a continuación, te explicamos algunas.

 

Demanda energética

Cada año la población mundial crece, de la misma manera lo hace la demanda energética. Contrario a esto, los combustibles fósiles se van agotando y son escasos los casos como el de Venezuela, donde aún se tiene reserva de petróleo para al menos 500 años de petróleo soberano.

Por este motivo es de suma importancia dejar de ser dependientes de las energías convencionales e introducir otras alternativas, como lo son las energías renovables y limpias.

Sin el afán de sonar extremistas, si el consumo continúa como ahora llegará un momento en que no habrá suficientes recursos como para satisfacer nuestra demanda y no me gustaría explicar todo lo que pasaría porque solo imagina estar una hora sin luz en tu casa o en plena carretera sin semáforos; incluso en un hospital, donde la energía eléctrica es esencial para salvar vidas. 

Como ejemplo y para que no creamos que eso podría pasar dentro de muchos años basta con recordar la crisis por la que Texas y estados del Norte de México atravesaron con las bajas temperaturas provocadas por el calentamiento global y a su vez nuestras acciones irresponsables con el planeta, por lo que a continuación hablaremos del impacto ambiental.

Impacto ambiental

Según Scott Foster, director de la División de Energía Sostenible en la Comisión Económica para Europa, actualmente la demanda energética se satisface un 80% por combustibles fósiles, tales como el petróleo, gas natural y carbón.

Estas energías también conocidas como convencionales producen gases contaminantes de tipos COx, SOx y NOx. Esta es la razón por la cual el sector energético es el responsable de dos tercios de las emisiones de CO2 y otros gases dañinos como el metano, el cual se sabe es de los principales responsables del efecto invernadero, por lo que mientras utilizamos la energía en nuestras actividades diarias estamos contribuyendo al deshielo de los polos, inundaciones, huracanes, lluvia ácida, entre muchos otros problemas que los gases antes mencionados provocan.

 A pesar de que me gustaría decir que la transición energética solucionaría todos nuestros problemas ambientales, no es así, sin embargo, provocaría un gran cambio y si se implementa con otras medidas adecuadas el calentamiento global se podría desacelerar.
 
Es importante mencionar que las energías renovables no necesariamente son del todo amigables con el planeta, sin embargo, su impacto es menor y con el paso del tiempo se espera se desarrolle tecnología capaz de reducirlo; lo que nos lleva al siguiente punto.

Tecnología

Paulatinamente se ha desarrollado tecnología para el uso de las energías renovables, gracias a ello los costos de producción han reducido. Sin embargo, para alcanzar los objetivos, es necesario desarrollar tecnología capaz de obtener energía con mayor eficiencia, producir la menor cantidad de basura tecnológica posible y desarrollar sistemas de almacenamiento eficaces, con esta última se solucionaría el tema de la intermitencia de las energías renovables; en función a estos puntos los costos mejorarían aún más y básicamente se produciría y aprovecharía más con menos recursos y  tendríamos un sistema energético sostenible, esto es cuando se cumple con la demanda energética sin comprometer a las futuras generaciones.

Desigualdad energética

Podríamos tener toda la tecnología posible, sin embargo, si no se soluciona el problema de distribución igualitaria, no se habría logrado en su totalidad el objetivo de la transición energética.

En 2018, según datos del Banco Mundial, se registró que el 13% de la población a nivel mundial no contaba con electricidad y el 41% de la población cocinaba con combustibles contaminantes para la salud.

Observando el panorama nos podemos dar cuenta que la población con mayor poder adquisitivo, es decir, una décima parte de la población mundial tiene acceso a más energía y la consume en mayor cantidad (Dos tercios de la energía total.), mientras que la población de menores recursos algunas veces no cuenta con un sistema eléctrico básico para satisfacer necesidades humanas que ahora dependen de la energía.

Según datos del Inegi del 2016, en México el 1% de los hogares no contaban con energía eléctrica y 36.7% son privados de algún bien económico como iluminación o calefacción por no contar con energía suficiente. Lamentablemente, se encuentra que estos hogares son mayormente de personas de culturas indígenas cuya ubicación tiene gran potencial para obtener energías renovables, por lo que este problema se vería aminorado, incluso eliminado al aprovechar las energías renovables.

No hace falta analizar mucho la situación como para darse cuenta de que esta problemática afecta directamente la calidad de vida de las personas y es necesario considerar a la energía como un derecho universal.

Economía y política

Actualmente la política energética esta dirigida mayormente a los combustibles fósiles, por lo que la transición energética también requerirá que se generen políticas, marcos legales, fondos de financiamiento y muchas herramientas más para asegurar el apoyo a la investigación científica, tecnológica y la implementación de estas.

Además, es interesante saber que se modificaría la distribución económica ya que, con los combustibles fósiles, existen los grandes productores de energía que de alguna manera forman un monopolio, con las energías renovables se tiene la posibilidad de que haya pequeños productores e incluso vender la energía que no se utiliza por lo que si es bien administrado y las autoridades se encargan de tener un buen control se podría tener una economía distribuida y justa.

Otro punto a considerar es que la transición energética requiere una extensa inversión, sin embargo, el encaminarse hacia un sistema energético sustentable vale cada centavo, los cuales son muy seguros que se recuperarán e incluso multiplicarán.

Abordar el tema es difícil ya que se deben considerar temáticas como recursos, políticas públicas, medioambiente, derechos humanos, estrategias empresariales, avances tecnológicos, diversificación productiva, relación entre energía y distribución de la riqueza, etc. A pesar de ello ha tomado más fuerza en este último siglo y sin duda alguna aún no estamos cerca de completar esté reto, sin embargo no es algo opcional, con la situación ambiental y los otros aspectos que se han analizado nos podemos dar cuenta que es un cambio sumamente importante y urgente de abordar ya que solo de esta manera se asegura una producción energética eficiente y sostenible, con la cual lograremos justicia energética y consecuentemente mejorar la calidad de vida de cada habitante del planeta actual y futuro.

La transición energética no será fácil y requiere responsabilidad de muchas autoridades, líderes y personal capacitado. Además, no podemos darnos el lujo de vivir en la comodidad con lo que ya tenemos establecido, como lo son las energías convencionales, ya que de esa manera estaríamos aceptando vivir en condiciones deplorables en un futuro nada lejano, vivir en penumbras. 

Como ya mencionamos, la transición requerirá de muchos recursos, investigación, tecnología, inversiones, etc. Sin embargo, cada día podemos poner nuestro granito de arena, la manera en que lo puedes hacer es no desperdiciando la energía, de esta manera, aunque no inviertas grandes cantidades de dinero, puedes ayudar asegurándote de sacarle provecho a la energía que utilices, siendo consiente del privilegio  que implica que tengas energía eléctrica en tu hogar y no desperdiciarla, así que por favor, apaga esa bombilla que no estas utilizando, no dejes conectados electrodomésticos que no estas utilizando y comparte esta información para que cada vez seamos más los informados del tema y pongamos nuestro granito de arena.

FUENTES DE INFORMACIÓN

Banco Mundial. (2018, 3 octubre). Energía. World Bank.

Bermejo, R. (2013) Ciudades postcarbono y transición energética. Universidad del País Vasco.

Bertinat P. (2016) Transición energética justa. Pensando la democratización energética. Fundación Fiedrich Ebert Sindical.

Estrada Gazca, C. A. (2013, 23 mayo). Transición energética, energías renovables y energía solar de potencia. Revista Mexicana de Física, 52, 75–84.

Greenpeace México. (2020, 15 mayo). ¿Qué es la pobreza energética y por qué la sufrimos en México? 

United Nations. (s. f.). El papel de los combustibles fósiles en un sistema energético sostenible | Naciones Unidas. Recuperado 17 de abril de 2021, de 

No responses yet

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *